IVECO STRALIS NP 460CV (NATURAL POWER) EURO VI, YA ESTÁ EN CHILE PARA UNA MOBILIDAD SOSTENIBLE.
En el sector de vehículos ligeros, medios y pesados, tecnología de gas ofrece una ventaja decisiva sobre las demás alternativas: funciona. Gracias a los trabajos intensivos de desarrollo desde 1996, IVECO ofrece unos vehículos propulsados por gas cuyo rendimiento ha sido probado en términos de fiabilidad, compromiso medioambiental y retorno sobre la inversión durante décadas, tanto en uso municipal como para rutas regionales y transporte de mercancías de larga distancia.
Nuestra fuerza motriz detrás del desarrollo de la tecnología del gas ha sido siempre el atractivo equilibrio ambiental del gas natural: hasta 95% menos de emisiones de partículas y hasta 95% menos de emisiones de CO2 cuando se utiliza bio-metano son argumentos reales. Esta es la razón por la cual el gas licuado de petróleo (GLP), ampliamente utilizado en el sector turismos, no juega un papel en nuestros vehículos a gas: el GLP es un producto de desecho de la producción petrolera y refinerías y genera emisiones de CO2 significativamente más altas que nuestros combustibles preferidos: el gas natural y el biogás.
El Gas Natural, también conocido como metano, es un combustible fósil como la gasolina o el diésel, pero que se quema de manera mucho más beneficiosa para el medio ambiente. El escape emite principalmente vapor: los dióxidos de azufre y las partículas de hollín apenas están presentes. Las emisiones de CO2, óxidos de nitrógeno y monóxido de carbono son significantemente más bajas que en los vehículos diésel. El Gas Natural no es tóxico ni tiene olor, y además no es transportado con camiones cisterna hasta las estaciones de servicio, sino a través de tuberías subterráneas para no afectar al tráfico. Mientras tanto, el biometano se está agregando cada vez más al gas natural, lo que contribuye a mejorar el equilibrio ambiental.
El Biogás, también conocido como biometano, corresponde a una composición química de gas natural, pero no tiene origen fósil. El biogás se obtiene de las plantas, y durante la combustión, solo el CO2 absorbido de las plantas durante su crecimiento vuelve a la atmósfera – esto reduce la huella de carbono hasta un 95% comparado con los vehículos diésel. Cada vez menos plantas son cultivadas específicamente para producir biogás, porque el gas también se puede obtener de desechos de plantas que deben ser eliminados de todas maneras.