En Valdivia, Chile, el T7.315 de Javier Kullmer, productor de 59 años, entra en acción para trabajar en la producción de granos, siembra de trigo, cebada y otros cultivos. Sus palabras denotan experiencia y décadas de pisar el suelo que hoy es territorio de un tractor azul que causa la envidia de quienes lo ven pasar. New Holland acompaña fielmente los pasos de este productor agrícola que confía y reafirma su compromiso con la marca, dándole soporte y tranquilidad cuando de andar sobre ruedas se trata.
La confianza de la familia Kullmer por New Holland no es puro fanatismo, sino que está basada en un conocimiento pleno de los productos de la marca y las bondades que ofrecen para sus labores en el campo. Uno de los motivos que ambos destacan del tractor es su potencia y tecnología: “Estábamos en la búsqueda de un equipo con gran potencia, tecnología avanzada y rendimiento excelente. Además es muy cómodo, su caja de cambios es automática y permite una velocidad continua”, asegura Javier, mientras agrega: “Todo esto, junto con la relación precio-calidad, fue lo que encontramos en el T7.315. Es exactamente lo que necesitábamos”.
“Vengo de una familia agrícola. Tanto mis abuelos como mis papás y hasta mi hijo trabajaron en la agricultura. La marca también es casi una tradición familiar ya que trabajamos con New Holland hace muchos años y tenemos seis tractores de la marca y cuatro cosechadoras CR”, cuenta Javier.
El T7.315 fue entregado por Sigdotek S.A, concesionario oficial de la marca en el país trasandino, quien brinda su servicio de atención al cliente y posventa con catorce puntos de atención. En ese marco, el cliente no dejan de hacer énfasis en el rol fundamental que cumple el concesionario: “El servicio que nos prestan es muy eficiente y creo que lo más importante es que haya un buen servicio técnico, que siempre te estén apoyando y estén atentos a posibles problemas. A estas máquinas, que tienen tanta tecnología, no se las puede manejar solo y siempre es positivo que alguien capacitado esté atento y predispuesto a ayudar”, finaliza Javier.
Por otro lado, a 146 kilómetros al sur de Valdivia, en Purranque, el T7.315 de Antonio Aguilera también fue entregado por Sigdotek S.A. para ser puesto en marcha en trabajos de preparación de suelos y conservación de forrajes.
La historia de Antonio Aguilera es parecida a la de Javier, pero con algunos condimentos diferentes. “Hace 15 años que trabajo en el sector agrícola y es un aspecto de mi vida que también comparto con mi familia. Actualmente estamos planeando cambiar todas nuestras maquinarias a New Holland, ese es uno de los motivos por los cuales adquirimos el T7.315”, comenta el cliente de 47 años.
La confianza de Antonio por New Holland no sólo se manifiesta en la calidad de la atención, sino también en la nobleza y seguridad de su flamante T7.315. En ese sentido, Antonio destaca el funcionamiento del tractor. “Funcionó muy bien respecto a economía y potencia, sobre todo teniendo en cuenta que lo usé con una segadora mariposa. El tractor es completo y tiene el plus de que se puede programar y así lograr que trabaje a las revoluciones que quiero”, señala quien trabaja codo a codo con su esposa.