Con décadas de experiencia en nuevas construcciones y renovaciones comerciales, el contratista general y director de obra Arguson Projects Inc. comprendió los retos logísticos que planteaba la renovación de un estacionamiento de varios años y varios millones de dólares en Canadá. La estructura, de 39 años de antigüedad, es un estacionamiento al aire libre con cubierta, dos losas suspendidas y asfalto sobre el suelo, que debía permanecer abierto mientras los equipos retiraban 18.581 m2 de material del segundo y tercer nivel. Los usuarios del edificio necesitaban que el estacionamiento permaneciera abierto, así como el acceso a la cubierta, que ofrecía servicios a los empleados.
Aprovechando la oportunidad de reducir no sólo la huella de carbono del proyecto, sino también el coste total, Arguson, junto con el propietario, recurrió a Conterra Restoration y a un conjunto de equipos de hidrodemolición Aquajet para una solución ecológica.
Los problemas del estacionamiento.
Las losas suspendidas del estacionamiento estaban muy contaminadas con iones de cloruro, o sal de carretera, lo que provocaba un importante deterioro y agrietamiento relacionados con la corrosión. El hormigón necesitaba una reparación/sustitución importante para solucionar los problemas de integridad estructural y la estética general de las losas suspendidas. Trabajando con RJC Engineers, una empresa de ingeniería con sede en Canadá especializada en el diseño y la restauración de aparcamientos, Arguson determinó que la hidrodemolición era la única opción de eliminación del hormigón que se ajustaba a las necesidades únicas del proyecto.
Parte del edificio se encuentra en la cubierta del tejado, lo que significa que había que eliminar las vibraciones siempre que fuera posible. Además, el edificio alberga una escuela preparatoria con instalaciones deportivas situada justo al sur de la estructura de aparcamiento, lo que requería un control del ruido y del polvo para minimizar las molestias a los estudiantes y al profesorado. Un hotel cercano impedía el trabajo nocturno por el ruido generado. Los gestores del proyecto necesitaban una solución que limitara el polvo y otros impactos ambientales, pero que fuera lo suficientemente silenciosa como para proceder a las renovaciones durante el horario laboral normal.
«Las principales preocupaciones de este proyecto eran el ruido y las vibraciones generadas por la actividad de construcción, así como la gran cantidad de hormigón que había que retirar para rehabilitar adecuadamente las losas de aparcamiento suspendidas», dijo Philip Sarvinis, P.Eng., Director General de RJC Engineers. «La hidrodemolición permitió al contratista trabajar durante todo el día sin interrumpir a los inquilinos del edificio ni a las propiedades vecinas, al mismo tiempo que eliminaba grandes cantidades de hormigón. El proceso funciona muy bien con la ventaja añadida de que no daña físicamente el hormigón restante que queda en el lugar en comparación con las operaciones tradicionales de martilleo.»
Arguson recurrió a Conterra Restoration, un contratista con sede en Canadá y con amplia experiencia en hidrodemolición. La empresa presentó a Arguson una solución de vanguardia que no sólo proporcionaba la productividad necesaria para cumplir los plazos, sino que también minimizaba el impacto sobre los inquilinos y el entorno. Conterra contrató un Aqua Cutter 710V -un robot de hidrodemolición que podía proporcionar 25 veces más productividad que un equipo grande que utilizara equipos convencionales- suministrado por Cor-Blast Services Inc. El Aqua Cutter 710V, de 2.350 kilos, utiliza un chorro de agua de 14.500 a 40.000 psi, que elimina el hormigón ensanchando los poros y las microgrietas existentes en la estructura debilitada. Al ser un proceso sin impacto, no hay vibraciones y, por tanto, menos riesgo de microfracturas. La hidrodemolición también limpia y desincrusta las barras de refuerzo sin dañarlas.
El plan también incluía una bomba de alta presión Aquajet 700 Ecosilence, que es más silenciosa que otros sistemas de bombeo de alta presión, a la vez que proporciona una gran potencia para el proyecto: 56 gpm (212 lpm) a 18.700 psi (1.290 bar). Esto mantendría el ruido al mínimo, permitiendo a los equipos trabajar durante el día sin molestar a los inquilinos.
«Con el Ecosilence, la bomba y el motor diesel están dentro de un contenedor con esta máquina, lo que amortigua el sonido lo suficiente como para que pueda funcionar bajo una ventana en el centro de la ciudad y seguir siendo más silencioso que el tráfico normal», dijo David Porciello, director general de Conterra. «Emparejamos un sistema de vallas con el Ecosilence para bajar a 63dB a una distancia de 6 metros».
Además, el sistema Ecosilence permitió a Conterra trabajar durante todo el año, incluso cuando las temperaturas alcanzaban los -20° Celsius.
El contratista también incluyó un sistema de tratamiento de agua EcoClear como parte de su oferta. Esta unidad proporciona tratamiento de agua in situ en tiempo real por menos de un céntimo por galón. Después de pasar por el EcoClear, las aguas residuales pueden verterse en el sistema de alcantarillado sanitario. Dado que el proyecto requería más de 10 millones de galones de agua, esto supuso un importante ahorro de costes y de emisiones de carbono en comparación con otras alternativas, como el transporte de las aguas residuales con camiones de vacío.
«La protección del medio ambiente siempre ha sido una parte importante de nuestra conversación», dijo Porciello. «Con el equipo Aquajet vimos una oportunidad no sólo de proporcionar resultados rápidos y de alta calidad, sino que también podríamos reducir drásticamente nuestro impacto en el medio ambiente. Desde la eliminación de los gases y los escapes de los camiones de aspiración hasta la reducción al mínimo de las cuadrillas -y de las emisiones asociadas a su traslado hacia y desde el lugar de trabajo-, pudimos presentar no sólo una solución económica, sino también ecológica.»
El exclusivo enfoque de servicio completo de la empresa para la restauración de edificios también les dio una ventaja en el proceso de licitación. Además de la hidrodemolición, Conterra licitó las fases posteriores del proyecto, como el vertido de hormigón nuevo, la aplicación de un sistema de impermeabilización y la pintura de las líneas. Además, su experiencia de décadas, sus equipos altamente cualificados, sus subespecialidades y su excelente historial de entregas satisfactorias y puntuales hicieron que su oferta destacara.
Eliminación record.
El proyecto se dividió en dos fases a lo largo de dos años, comenzando en diciembre de 2019. Conterra instaló una zona de preparación fuera del estacionamiento para el Ecosilence y el EcoClear. Dependiendo del día, el robot Aqua Cutter podría estar hasta 615 pies (187 metros) de distancia y varios pisos por encima del sistema de bombeo.
Arguson y Conterra tienen un equipo dedicado de trabajadores y subcontratistas en el lugar con un pequeño contingente que maneja el Aqua Cutter y el equipo de apoyo. El proceso de eliminación de la hidrodemolición es supervisado por un operador/técnico con alguna ayuda para supervisar el EcoClear. Además, un equipo sigue detrás del robot para retirar el hormigón demolido. Otros equipos se encargan de retirar las losas, el encofrado y otras tareas en toda la obra. En su mayor parte, el robot retira el hormigón hasta una profundidad de 10 a 13 centímetros.
«El Aqua Cutter encuentra lo que la mayoría de los ingenieros no pueden: cada milímetro de hormigón en mal estado», dijo Porciello. «El robot puede programarse para eliminar una determinada profundidad; sin embargo, la eliminación podría ser más profunda en determinadas zonas si la resistencia del hormigón existente no es la adecuada. Esto asegura que todo el hormigón deteriorado sea eliminado y que quede un sustrato sólido para una mejor adherencia del nuevo recubrimiento de hormigón. Esto nos da una pizarra limpia de buen hormigón para reparaciones más fuertes y duraderas».
Durante un turno de 8 horas, Conterra ve índices de eliminación de entre 600 y 1.000 pies cuadrados (entre 55,7 y 92,9 metros cuadrados). Si hubieran optado por la retirada manual, Porciello calcula que se necesitaría una cuadrilla de 20 personas -con una media de 2,8 metros cuadrados por persona y día- para lograr la misma productividad sólo en la retirada. Además, el proyecto se habría limitado a turnos nocturnos para evitar molestias de ruido a los inquilinos del edificio.
Trabajar con agua
Para minimizar las molestias y las maniobras de los equipos en la obra, Conterra trabaja en una sección designada de la primera losa suspendida y continúa hasta el nivel del suelo. Esto también permite al equipo aprovechar la gravedad en su plan de recogida de aguas residuales. El agua se conduce a través de los desagües existentes y de un sistema de filtración de piedra clara hasta un pozo de recogida cerca del lugar de la obra. Desde allí, se bombea a través del EcoClear -que puede procesar hasta 20 metros cúbicos (5.283 galones) por hora- de camino al alcantarillado.
«El sistema EcoClear nos proporcionó una clara ventaja para este proyecto», dijo Porciello. «Somos el único grupo de Ontario con un equipo que puede proporcionar resultados documentados y cuantificables in situ y a la carta. Con estas cantidades de agua, ni siquiera consideramos métodos de tratamiento alternativos. El coste del carbono era demasiado grande».
Con el EcoClear, Conterra puede reducir el pH del agua del chorro de 12,5 a entre 7,5 y 8,5. El sistema utiliza dióxido de carbono en lugar de ácido mineral para reducir el pH. Esto elimina el riesgo de acidificar el agua y requiere menos supervisión, formación y EPI. El EcoClear también reduce los sólidos en suspensión a 50 ppm o menos.
«Hemos llegado a bajar hasta 15 ppm», dijo Porciello. «Y sabemos que el equipo es capaz de cumplir los requisitos de los desagües pluviales. Ahora que llevamos un año, nos sentimos más cómodos con el proceso y tenemos planes para incorporar un sistema de circuito cerrado que hará que el proceso sea aún más eficiente y ecológico.»
Con un sistema de circuito cerrado, el agua de chorreado se trata en el EcoClear. A continuación, el agua limpia se reutiliza en el Ecosilence. Conterra tiene previsto empezar a utilizar este sistema en un futuro próximo. Un pequeño porcentaje del agua se pierde por evaporación, pero Conterra calcula que el proceso puede recoger, tratar y recircular hasta el 75% del agua utilizada por los robots de hidrodemolición. Dependiendo de la aplicación, algunos contratistas han visto tasas de recaptura de hasta el 90%.
Con energía
Al igual que muchos proyectos durante la pandemia mundial, los plazos de la restauración de Parkade se han resentido. Conterra perdió 13 semanas debido al COVID. Afortunadamente, la ética de trabajo del dedicado equipo del proyecto y la productividad del equipo Aquajet han minimizado el impacto de la parada. La finalización definitiva está prevista para finales de la primavera de 2022.
El uso de equipos robóticos de hidrodemolición también facilita la aplicación de protocolos de distanciamiento social en el futuro. Aunque esta no es una ventaja que Conterra buscara al elaborar su oferta, sí que les ha permitido seguir avanzando mientras otras obras tenían que reorganizarse.
«La hidrodemolición nos puso a la vanguardia de las tendencias del sector», dijo Porciello. «Nadie vio venir una pandemia mundial, pero con los robots de hidrodemolición hemos podido adaptarnos rápidamente. Esto habla de cómo fabricantes como Aquajet escuchan a sus clientes y planifican el futuro de la construcción. Desde soluciones ecológicas para eliminar el polvo de sílice hasta la reducción de riesgos para la salud, como los dedos blancos y la pérdida de audición, los desarrollos de equipos inteligentes nos mantienen a la vanguardia.»
Para mayor información contactar: Richard Von Harpe – Área Manager Latin America & Caribbean Brokk AB
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