Mercado Vial tuvo la oportunidad de ver los equipos BROKK en acción en una obra llevada a cabo por Grupo Mitre, empresa muy reconocida en el rubro de demolición y movimiento de suelo. Se trata de un edificio ubicado en cercanías de la Quinta Presidencial, en Buenos Aires. Allí, se realizaron tareas de demolición con los compactos pero poderosos robots BROKK que, gracias a su poco peso, tamaño y gran poder de fuego, les permitió avanzar de a una losa por semana.
La gran ventaja de estos equipos, tal como nos cuenta Maximiliano Mauriño, Socio Gerente de Grupo Mitre, es la posibilidad de evitar apuntalar el edificio por su poco peso, pero además, al ser equipos comandados por control remoto se minimizan los riesgos de accidentes. Sumado a esto, está el factor medioambiental, teniendo en cuenta que son equipos eléctricos que no producen emisiones de CO2. Los robots de demolición BROKK son comercializados por Leiten Argentina, quienes brindan capacitaciones, soporte técnico y repuestos en todo el país.
Maximiliano nos cuenta un poco más sobre la demolición del edificio, «en esta obra sobre Avenida Maipú, tuvimos que demoler un edificio con la complejidad de estar sobre Maipú, tren de la costa y vecinos. Es una estructura de hormigón y decidimos tomar un método mixto entre lo que es mecánico y manual y para lo cual realizamos esta demolición en un tiempo récord, con mucha seguridad y tecnología con los equipos BROKK».
«Trabajamos con un BROKK 70, un BROKK 100 y otro equipo BROKK 170, la ventaja de utilizar estos equipos es la velocidad de trabajo, la sustentabilidad, ya que son eléctricos, y además, seguridad para el personal. El personal cuando antes trabajaba con los martillos neumáticos, haciendo un gran esfuerzo y tareas muy pesadas, hoy hace de un soporte a las máquinas, por lo cual están cortando el hierro con oxicorte, organizando, señalizando y no tiene un desgaste excesivo físico para trabajar en este tipo de obras. Además, como son máquinas radios controlada que se manejan a distancia, se trabaja muy seguro, por lo cual se minimiza muchísimo los riesgos».
«Estuvimos junto a la gente de Grupo Mitre en una obra que tiene una historia bastante particular, se trata del Castillo de Olivos, que nunca llegó a estrenarse. El edificio contaba con 22 plantas, y si bien solamente se llevó a hacer una parte de la mampostería y la estructura de hormigón, no llegó a estar en funcionamiento«, nos comenta Hernán Guillen, representante de Leiten de la línea BROKK en Argentina.
«Una de las particularidades de este edificio, de casi 50 años, es la manera de construir en ese momento hacía que tanto los refuerzos de hierro, como el espesor de losa, tuviera un limitante importante de poder subir distintos equipos de demolición tradicional. Por eso, la gente de Grupo Mitre pudo optar por subir tres equipos que van desde el BROKK 70, el BROKK 110 y el BROKK 170. Teniendo en cuenta que son equipos que desde el BROKK 170, que pesa menos de 2 toneladas, al BROKK 70, que pesa 560 kilos, se tuvo la posibilidad de poder trabajar en losas con poca capacidad de soporte y hacer una demolición a una velocidad que sería imposible con cualquier método tradicional».
«Se contó con una cantidad de personal reducido en comparación a una demolición tradicional, no hubo equipos de gran envergadura, un poco por el peso pero también por otro lado, por una cuestión de mientras más gente hay en un lugar donde se están rompiendo cosas, es mayor el riesgo de accidentes y al incorporar este tipo de equipos el riesgo baja considerablemente».
«Una cuestión también muy importante a tener en cuenta es el servicio de mantenimiento, no solamente en lo que es la reparación en sí del equipo sino también con las variables y los inconvenientes de logísticas que esto acarrea. En ese lugar particular, no solamente teníamos cerca la residencia presidencial, sino que nos encontrábamos en una avenida muy importante de la provincia de Buenos Aires, eso también genera trastornos a la hora de tener que mover los equipos hacia el taller mecánico. Es por ello que Leiten le ofreció a la gente de Grupo Mitre siempre que se pudiera realizar este servicio técnico en obra, visitarlos para que cuenten con ese soporte desde nuestra parte», finaliza Hernán Guillen.
«Soy operadora en Grupo Mitre y Maximiliano Mauriño me propuso iniciarme en el mundo de BROKK, actualmente manejo los equipos y es fantástico el poder que tienen las máquinas con tan pequeño tamaño, además de ser versátiles. El tema de la seguridad es importante ya que contas con una visión panorámica de 360 grados, porque podes rotar y caminar al lado de la máquina, podes ver donde martillas o donde usar la mordaza. Son muy fáciles de manejar, son cómodas y al ser máquinas eléctricas se reduce considerablemente el impacto ambiental», destaca Grabriela Mattia.